Y ENTONCES SUS ÚLTIMOS VERSOS FUERON;
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 1 jul 2020
- 2 Min. de lectura
ELLA; - Me rindo de no poder pedir un poco de atención, no sólo por un momento, sino por siempre,me rindo de seguir esperando cosas que no van a pasar, me rindo de tener que llorar y llorar deseando cosas que nunca voy a ver ni a celebrar...
Él: - Me rindo en que mis ojos vean una realidad que es dura pero irreversible, me rindo ante mi mente, me rindo ante mis lágrimas, ante mi poca paciencia y mi angustia, sólo me rindo, me rindo y me rindo.
ELLA: - Me rindo de tantas injusticias, me rindo de cada palabra errada que intento explicar, me rindo de que cada vez que se genera un problema la victimización sea tan absurda y descarada.
ÉL: - Me rindo ante tanto amor, que hay aquí por ti, me rindo a sólo sentir felicidad por momentos y no por siempre, me rindo a todos los insultos a los que hemos sido sometidos, me rindo a tanta indiferencia de personas que ni siquiera nos conocen y nos lanzan al vacío sin ningún tipo de compasión...
ELLA: - Me rindo a pedir lo mismo de todos los días, me rindo a seguir suplicando y que los años pasen y tenga la misma imagen, me rindo solo me rindo y sé que tú te rindes.
ÉL: - Sí me rindo y te dejo el camino libre, me rindo y le doy espacio a la tranquilidad de mi mente y al amor de mi corazón, me rindo, me rindo y me voy.
ÉL: - No quiero seguir en el espejo del desafío, de la desconfianza, de la poca tolerancia y de la tristeza abundante, prefiero irme y dejar así, no seguir insistiendo en algo que siempre termina en guerra, en insultos, en desprecio, en tristeza, sí, mucha tristeza.
ELLA: - Me rindo para que la felicidad esté siempre contigo, que la persona que llegue a tu vida te ame muchísimo y sepa entender cosas que todo este tiempo yo no supe entender, que tu familia la quiera y que ella no sienta tantos presagios y desprecios recíprocos...
ÉL: - Me rindo y me voy con la cabeza en alto, de que intente darlo todo,que soy bastante intolerante es así, que no sé decir las cosas también lo acepto, que a veces no controlo mi genio también acepto, acepto todo, pero me rindo ante la indiferencia del error que se comete diario y todo queda en silencio.
ELLA: - Me rindo de las tardes en silencio, de los momentos con una bella mañana y una esplendorosa tarde, me rindo ante esperar y esperar y sí SEGUIREMOS ESPERANDO.
TAN SÓLO ME RINDO, ME RINDO, ME RINDO, Y SÍ NOS RENDIMOS, NOS COSTÓ AMAR, NOS COSTO ACEPTAR, NOS COSTÓ SER FELICES.

Estefanía Castañeda Ruíz
Comunicadora social y Periodista
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