VOLVER A SENTIR

Y volver a sentir su mirada, sus labios, su compañía, volver a sentir su carisma, su esencia y tan solo devolver la emoción que en su momento se despidió, pero de la nada llega y cumple su deber de memoria, de sentimiento, de amor, de deseo, de ese sinsabor cuando en su momento se alejó. Volver a sentir cada sensación carismática acompañada de sonrisas, miedos, cariño, recuerdos, pero lo más central el amor, ese amor que no tiene una precisión, que no tiene una decisión y un claro ejemplo de no saber el paso a seguir. Volver a sentir como la memoria cumple su papel de recordar los más añorados y lindas caricias, lindos besos, lindas palabras, lindas miradas y lindas proposiciones, sin morbo, sin ninguna mentalidad sucia ni nefasta, tan sólo una proposición limpia y sin ningún objetivo solo compartir, solo sonreír, solo querer, solo un beso, solo una acaricia en lo más profundo del alma sin interés sin ninguna malicia por proceder. Volver a sentir cada pensamiento que conlleva a la verdad no tiene precio, volver a sentir como se recorre cada sentimiento por la sangre, por sus ojos, por su boca, por su acento, por sus palabras y por su solo existir. Poder recorrer cada momento de adrenalina, de diversión, de estrategias, de sensaciones, de juegos, de rabias, de amor, tan solo volver a sentir no tiene precio, no tiene condición, no tiene fundamento, no tiene explicación, porque sencillamente pasa, porque es algo que no se puede prohibir, porque sólo llega sin pensar, solo llega a posicionar y a dominar lo mental, aquella mente que sólo estaba en su momento constituida por su trabajo, por su familia, por sus logros, metas que aún siguen presentes y están por cumplir, pero ese tipo de sentimiento vuelve a surgir y solo viene a destruir. Se vuelve a sentir, se vuelve a sonreír, o dependiendo si el primer recuerdo fue doloroso o asombroso y aun así, se sigue volviendo a sentir.

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista