UNA MUÑECA DE TRAPO

Una atracción convertida en juego, un juego convertido en verdad, una diversión con peligro

al despertar, un juego de soledad donde el mejor postor se queda sin compañía porque a su

estrategia social lo vale estar.

Un juguete de insumo, un interés reiterado y moldeado, una acción momentánea, un toma y deja, una muñeca con silueta, con esbelta y al final una muestra llena de trapo.

Una muñeca convertida en trapo, un recuerdo instantáneo, una marca fugaz, una marca de deseo, un punto de facción, con interacción, con osadía, con fricción, con estilo, con juego, con sevicia, con luz, con olvido, con tristeza, con lujuria y con deseo profundo sin arrepentimiento.

Una muñeca de trapo, sin sentimientos por descubrir; sin sus labios para transmitir, sin una

mirada por perpetrar, sin unas manos por poder manipular, tocar, sentir, tan sólo una muñeca de trapo para usar y lanzar, cuando la mentalidad y lo pasional se reactive sin parar.

Una muñeca con sentido, pero sin habla; una muñeca con poder, pero sin transmisión y un

dominante con todos los sentidos y con el derecho de manipulación.

Muñeca de trapo, con tú fragilidad, con tu dulzura, con tu humildad, tan sólo con la dureza y el entorno triunfal.

Estefanía Castañeda Ruíz.

Comunicadora Social y Periodista.