UNA DECISIÒN MUY INEPTA
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 25 feb 2022
- 1 Min. de lectura
De pronto una imagen momentánea, y un corazón con brisa y circulación, de pronto las flechas cumplieron con su deber, y el alma y su alegría se unieron a ellas, de pronto fue el momento y/o la sensación de seguir sintiendo las características típicas de una emoción, que sólo refleja acciones pasajeras, nada permanente.
O, puede que sólo sea un pequeño malestar qué con una sencilla escucha, una sencilla habla y un pequeño nivel de tolerancia y autoevaluación podría evitar acciones de indiferencia, poca creencia y poca sensatez en una pequeña conservación.
De pronto no es arrepentimiento lo qué se genera, puesto que no es un tema de hacer y no hacer, va más allá de un pensamiento crítico o no, una decisión inepta que tiene sus consecuencias positivas y negativas, tiene sus emociones más fortificantes y tiene sus recuerdos más sensacionales.
De pronto son pensamientos que vuelan tan alto qué en algunas ocasiones no alcanzan la cima, pero sí alcanza el corazón, el pensamiento, la decisión y la acción, de pronto no son decisiones ineptas, o de pronto tienden a tener algún tipo de duda qué por dentro nos gusta, pero por fuera nos lastima.
Por lo tanto, si la ineptitud fuera un pecado que bien o mal nos ha hecho sufrir o reír, nos ha hecho sentir con grandes experiencias, con grandes lecciones, pues puedo decir que inepta soy, y qué objetiva soy.
Sí inepta eres, sabía eres, aprendes, sufres, pero la ineptitud llevó a grandes experiencias y conocimientos de la verdadera máscara.

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista
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