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UN ESPEJISMO

  • Foto del escritor: Estefanía Castañeda Ruíz
    Estefanía Castañeda Ruíz
  • 10 jul 2020
  • 2 Min. de lectura

Un engaño, una mentira disfrazada en acciones sin un fin, solo falsedades involucradas en una nube negra que solo contenía oscuridad, mucha, mucha oscuridad.


Una acción cobarde, decadente, deprimente, absorbente, hiriente, una acción que ha destruido miles de estrellas en el universo y ha apagado la bella luz del sol, ha apagado el fuego que irradiaba pasión, ha callado los cantos de los bellos pájaros, ha dejado por debajo la esperanza más pura y limpia construida, ha matado todo aquello que en algún momento se creyó veredero, lindo y pulcro.


La cobardía es la acción más baja que puede haber en el mundo, acompañada de descaro, soberbia y mentiras, mentiras que van carcomiendo el mundo, van destruyendo cada sentimiento plasmado desde la inocencia, desde lo que se había destruido por completo y volvió a destruirse de la forma más versátil, deshonesta y sucia.


La traición, la hipocresía y el fingir son palabras convertidas en las acciones más denigrantes realizadas a los corazones que no lo merecen, a aquellos integrantes del mundo que no nacieron para hacer mal sino para amar, aunque muchas veces ese sea el error.


Error que cuesta, pero cuando vale la pena, los ojos no tienen que generar lágrimas, las manos no deben temblar de rabia, la cabeza debe estar serena y no dolorosa, la boca debe estar hidratada y no seca como un desierto, el pecho debe sentirse con alegría, no con un peso difícil de cargar y de enfrentar; porqué solo cuando se realiza bien al mundo y al quien lo habita se es feliz consigo mismo para brindar un AMOR REAL a ese otro que solo recibe y enfrenta, contra viento, tormenta y miedo.

Porqué sólo se puede obtener la conciencia limpia y honesta cuando se ama asimismo y se respeta al entorno conformado por las mismas emociones, caricias, pensamientos y amor.

Que el cinismo se libere, que la verdad salga a la luz y que todo lo que algún día pudo ser, sea enterrado en lo más profundo, donde no haya salida ni aire que permita transmitir un espejismo, solo un espejismo falso, sucio y nefasto.

Compadezco al ser capaz de generar daño por gusto, por soberbia, por sarcasmo, lo compadezco, porque ser que exista así en el mundo, debe ser eliminado, superado y demacrado.



Que la ironía se vaya, que el cariño falso desaparezca, que la conciencia prevalezca y que la tranquilidad florezca.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

 
 
 

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