SIN SALIDA

Cuando los acontecimientos se unen, cuando los pensamientos disparan, cuando las emociones enloquecen, cuando la autoestima golpea, cuando no hay salida ni reflexión que valga, vemos que no existe la luz, solo vemos la continuidad y la responsabilidad de continuar con cada obligación y con cada respuesta a la incógnita qué nos hacemos cada vez qué nos preguntamos el por qué no hacemos las cosas.

Cuando la ira se apodera, la tristeza destruye, el desespero cumple su deber, la decepción y frustración invade el ser, y por supuesto la reflexión no logra entrar debido a la barrera que se impone, y qué no permite que la mente se centre, se explore, se retroalimente, y qué genere cambios.

A veces sentir que estamos como en especies de callejones sin salidas solo demuestra la insatisfacción que se tiene consigo mism@ y como las cosas intentan salirse de control sin ningún tipo de solución en el momento, pero con soluciones que nos rodean y que pensamos que no existen, cuando si están.

Sin salida, sin movimiento, sin pensar, sin sentir, pero tenemos la solución, porque tenemos vida, tenemos actitud, y con esto debe haber ganas de vivir, de cambiar, de observar diferentes horizontes, acatando las reglas generales, pero no acoplarse a lo que se cree que debe ser sino se debe acudir a los sueños y esperanzas, a los deseos y diversiones, bajo la responsabilidad y el control de la vida cotidiana y del ser que cada uno lleva, haciendo el bien y sentir ese bienestar consigo mismo.

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista