SE RINDE

Se rinde ante lo imposible, ante lo inútil, sólo se rinde ante lo forzoso, ante lo que ya no puede ser, se rinde ante la memoria que quema y ante el deseo que consume, se rinde ante las malas decisiones, se rinde ante tanta desgracia junta, solo se rinde.

Se rinde ante la negatividad, ante la constante perseverancia sin fruto, sin luz, solo se rinde, se rinde al esperar algo a cambio sí grave error, se rinde es duro, pero se rinde, debe irse, debe marcharse, debe cosechar nuevos frutos, nuevos caminos, debe irse donde su presencia no sea deseable ni entrañable, sencillamente debe irse porque ya no vale la pena, no lo vale, solo se rinde, y se marcha con amor, pero por supuesto con dignidad, siempre con dignidad.

Se rinde ante los constantes sueños, sueños fracasados,  sueños que nunca tuvieron un fin, un objeto, se rinde ante tanto deseo reprimido que nunca pudo llevarse acabo, solo se rinde ante lo que va contra viento y marea, se rinde, sin ninguna explicación verbal ni ninguna imaginación continúa, tan solo se rinde aunque el amor a gritos diga que es allí, pero la mente diga que parar es sano, es fructífero, es conveniente.

Se rinde porque no es egoísta, porque piensa en el@, porque realmente prioriza su sentir, frente a los demás, porque no piensa nada de los demás, porque no espera nada, sencillamente porque no realiza ninguna utilidad, porque no espera nada.

Tan sólo se rinde, pero con la cabeza en alto, con el corazón en bandeja y con el alma en un espejo.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional