QUÉ CUESTA

Que cuesta ser sincero sin engañar, que cuesta disfrutar sin ilusionar, que cuesta tener el valor de la honestidad como plato principal. ¿Es muy difícil? ¿Será muy difícil hablar sin mentir, mirar sin persuadir y enfrentar cuando haya lugar? Será que no se tienen los suficientes ovarios y suficientes testículos para enfrentar y cumplir sin engaño, manipulación ni juego? Qué cuesta levantarse con su mirada en alto, que cuesta decir cada letra, cada palabra sin tener en la conciencia la bella y más famosa parla, que cuesta poder ser franco con uno mismo y honesto hacía el otro. No hay justificación que apoye la mentira, no se puede apoyar por medio de una excusa el objeto a alcanzar, a obtener ,a seguir, tan sólo no tiene nombre una acción tan baja, tan nefasta, tan ruin y tan descarada. Qué cuesta actuar confiando en sí mismo, mantener la seguridad sin que la misma se arruine, que la verdad siempre este acompañada por cada acción a realizar, que la verdad y la franqueza siempre sean los motivos para pensar, para hacer, para cumplir y en su efecto fracasar, pero si se fracasa lo único que se mantiene limpia es la conciencia, aquella máquina de saberes y madre de la primera frase " Te lo dije". No tiene ciencia decir que costó, cuando la conciencia está de por medio, cuando está de por medio el respeto, está de por medio las emociones en una ruleta y los sentimientos en la esquina del corazón, sentimientos que están rodeados de soberbia, sentimientos que están rodeado de falsas ilusiones, falsas esperanzas, falsas historias, falsos recuerdos, solo falsos momentos. Nada cuesta enfrentar sin engañar, nada cuesta hablar sin mitigar, nada cuesta distraer sino amar, solo eso, nada cuesta querer sin necesidad de llegar un compromiso sino se quiere, entregar sin mentiras y brindar amor sin nada a cambio. Sólo que cuesta.

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista