PERFECCIÒN Y SOBERBIA

El no aceptar cada error es un acto de ego grande, un acto de no visualizar el camino tomado y la acción deseada y ejecutada.

El no aceptar ni enriquece ni envejece, solo despierta, guía y genera cambio no para los demás, sino un cambio de aceptación por cumplir, brillar y realizar. Los egos, no son malos ni buenos, los egos representan dignidad sin soberbia ni sobrades, el error forma, enseña, marca, deja sueño, deja futuro, deja tolerancia y deja reflexión. La amargura a veces no es tan mala, la amargura y el tono es señal de alerta, de expresión, de crecimiento racional, de crecimiento de cambio, cuando se quiere ser una mejor persona y se requiere alejar un poco ese egocentrismo y esa perfección sin ningún tipo de control. Ese es el ego, esa es la presentación y esa es la nefasta caída con orgullo y sin razón.

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista

Estefanía Castañeda Ruíz Comunicadora Social y Periodista