NOS DIMOS CUENTA
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 11 may 2020
- 3 Min. de lectura
Y nos dimos cuenta que podemos con nosotros mismos, nos dimos cuenta que el amor y la reflexión que genera nuestra mente en el nuevo entorno en el que estamos, nos permitió encontrar quizás no todas pero, sí, algunas respuestas que nos hacemos a diario en nuestra vida cotidiana, nos dimos cuenta que hemos aprendido a valorar más con los que dormimos y nos despertamos cada mañana con un buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Nos dimos cuenta quien está con nosotros, quién nos da su ayuda, su apoyo sus consejos y su forma de generar la más bonita protección en un momento tan difícil y a la vez desesperante como este, nos dimos cuenta que en esta famosa y larga cuarentena hemos experimentado nuevos talentos que no sabíamos, ¿leer? Sí, ¿escribir? También, reflexionar de nuestros errores y grandes planes por cumplir? Sí, creo que lo más lindo de un pequeño encierro, es darnos cuenta lo magníficos que podemos ser con las personas que menos creíamos.
No es lo mismo, decir buenos días e irse y volver en la noche, sin saber ni experimentar que tan especial es compartir con aquella persona desde que te levantas hasta que te duermes, analizar tu teléfono no desde tu redes sociales, sino desde tu perspectiva en lo que pasa con el mundo, poder opinar con respeto y sin tener que ofender a nadie, es algo que sencillamente no tiene explicación, analizar tus errores en los recuerdos más profundos te ayuda a entender lo grande que puedes llegar a hacer si los cambias, los aplicas y los vives a cada momento, generas el resultado que por mucho tiempo buscabas estando lejos de casa.
Nos dimos cuenta que la felicidad y la tranquilidad la teníamos en casa, manejando y controlando nuestras emociones, analizando a los que conviven con nosotros y haciéndonos entender la gran unión llámese familia, amigos, compañeros o amor de la vida, nos dimos cuenta que el tiempo que gastamos dentro de cuatro paredes ha valido la pena, para reconfortarnos de quien somos, a quien amamos y para quien vivimos.
Sencillamente nos dimos cuenta que somos dependientes unos de otros, nos dimos cuenta que debemos pensar en equipo, que debemos dejar aún lado el egocentrismo, el rencor, la soberbia y el orgullo, orgullo que nos destruye, nos separa, nos lastima, orgullo que nos hace dudar de nuestras propias capacidades, de nuestros propios pensamientos y de nuestras verdaderas acciones por realizar.
Nos dimos cuenta que le hemos hecho daño al planeta en algunos aspectos, con esto no quiero monopolizar todo y decir que la naturaleza necesitaba un respiro, porque lamentablemente la maldad del ser humano sigue rondando y se aprovechan de situaciones fuertes como las que estamos viviendo hoy, para llenarse de escudos y provocar pensamientos que no son y furias innecesarias, políticas sucias y autoengaños bajos para generar conflicto donde solo tiene que haber unión y trabajo en equipo.
Tan sólo nos dimos cuenta, que la necesidad de pelear, se convirtió en la pronta acción de escuchar, la necesidad de hacer algo, se ha convertido en el trabajo de nuestra imaginación por generar un cambio, es más, el encierro nos hizo entender, que aquel error reiterativo lleno de desamor y decepción, se ha convertido en nuestro ejemplo de gracia, respeto y amor por nosotros mismos.
Sólo nos dimos cuenta, que es tiempo de un cambio colectivo, no individualista, un cambio que nos permita ser mejores personas, un cambio que nos genere paz, convivencia tranquila y retroalimentación positiva para ser siempre grandes día a día.
No dimos cuenta que teníamos las cosas más bonitas en tan solo pequeños distanciamientos, nos dimos cuenta lo mucho que valemos y para quien lo hacemos, sí, para nosotros mismos, trabajamos para sobrevivir, para darnos gustos (cuándo se puede claro está), pues entiendo a los universitarios en este caso, ya que como egresada, sé que era tomar una decisión difícil entre unas fotocopias o una deliciosa empanada con ají luego de una jornada laboral pesada, con personas que aún no han podido comprender el concepto de amor propio y concentración en su vida y no en la de los demás.
NOS DIMOS CUENTA DEL CAMBIO, DEL PROGRESO Y DE LA UNIÓN COMO SOCIEDAD RECÍPROCA Y SOLIDARIA, SENCILLAMENTE YA NOS DIMOS CUENTA.
Estefanía Castañeda Ruíz
Comunicadora Social y Periodista

Estefanía Castañeda Ruíz
Comunicadora Social y Periodista
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