NO TE COMPARES

Al compararte te amargas, pierdes esencia, aura, amor propio, pierdes seguridad, alegría, inclusive respeto por sí mism@, al compararse se igualan sus sentimientos, sus propios caminos de vida, se igualan sus propias metas y se duda de su propio criterio y pensamiento de vida.

Al compararse se duda de sus capacidades, se duda de su criterio, no se confía en las metas a cumplir, se comienza a tener desconfianza de las acciones que a la final están bien hacer, se inicia aquella emoción de ira o desesperación al ver el logro de los demás y verse frustrad@ o atascad@ en la propia marea de la lucha, y de respetar el camino independientemente de sus piedras.

Aquellas piedras que aunque parezcan irrevocables a la final resultan ser aprendizajes, resultan ser bolas de cristal que muestran las lecciones de vida, los mensajes profundos y los pasos a seguir, con el propósito de marcar un futuro, un recuerdo por el cual sentirse orgulloso, una manera distinta de ver el mundo, pero lo más importante es identificar el orgullo individual de por cuanto se lucha, por cuanto se gana, por cuanto vale la dignidad, la inteligencia, el orgullo y el saber que las cosas están marchando despacio pero con éxito en cada acto y resultado a mostrar.

Al compararse se duda de si mism@ y se retrasa la verdadera meta a cumplir.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional