NO PENSAR

A veces no pensar en tantas cosas calma la ansiedad y la desesperación, calma las ansias y las decisiones apresuradas, a veces no pensar es la solución para obrar de manera civilizada, tranquila y coherente.

No pensar en lo qué puede ser y a la vez no, solo es martirizar la mente en deseos qué algunas veces duelen y otras veces no valen la pena, en deseos qué sólo queman más y más las ansias, cosas que sencillamente lastiman, lastiman mucho, duelen, duelen como si se tratara algo imposible de realizar pero tan fácil de imaginar.

A veces no generar tantos pensamientos es positivo, centrar todo el objetivo en lo que realmente nos está generando resultados, no distraer la mente, no obligarla a que genere recuerdos o anhelaciones qué sólo van a lastimar o a veces puedan hacer sonreír, es mejor poner la meta de lo que se desea se realice, de lo qué de verdad puede surgir, y qué esa realidad sea el motivo de mil alegrías, en vez de tristezas y arrepentimientos qué nunca tuvieron sentido, sí nunca lo tuvieron.

Así qué no pensar en lo inútil, en lo imposible o en lo poco creíble, y sí en una realidad qué esté llena de cosechas y de sensación infinita y gratificante.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional