ME DUELES, PERO NO TENÍA OTRA OPCIÓN
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 15 oct 2023
- 2 Min. de lectura
O era tu respiración tranquila o era tú sufrimiento constante y sin salida, o era tú mirada apagada o la pausa a tu sufrimiento, o era no pensar más o sencillamente aplicar el egoísmo frente a lo que evidentemente estaba evidenciando a diario.
No tenía opción, no habían más salidas, las decisiones estaban escasas, las constantes preguntas se volvieron un martirio, las respuestas se habían acabado, la imaginación empezó a tornar negativamente, la indecisión fue el factor principal que generó sufrimiento a tu destino, por ende no tenía más ayudas, la presión calcume, las lágrimas abundan y el amor prima por ti y sólo por ti.
No tenía más forma de ayudar, no había ninguna solución adicional, ni toda la tecnología del mundo ni todo el dinero habría solucionado tu sensación y desesperación de pedir ayuda, solo una cosa lo salvó y fue el gran amor que te empujó a cerrar tu luz y continuar brillando en otra parte del mundo, donde solo conservo en mi memoria los recuerdos más lindos que obtuve, ese olor particular, ese color que brillaba, ese sonido que me motivaba, pero sobre todo ese anhelo y motivo de llegar todos los días y ver lo primero que me miraba, me respiraba y me impulsaba a continuar frente a un camino lleno de espinas pero a la vez de amor para dar.
Me duele tu expresión, me duelen tus lágrimas, me duele saber que partes, solo duele, duele saber que era el momento, que no había manera que no había opción.
Me dueles, me duele tu silencio, me duele saber que no estás, me dueles, me dueles, pero me da consuelo entender y comprender que te regale la paz que añorabas tan sólo con tú mirada, con tu cuerpo y con tu olor, me dueles, pero te deje ir, asumiendo, aceptando pero te dije adiós.
Sí me dueles, pero no había más opción.

Estefanía Castañeda Ruíz
Comunicadora Social y Periodista
Especialista en Comunicación Organizacional
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