LOS MIRAMOS, LOS VEMOS, LOS AMAMOS
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 5 ago 2020
- 1 Min. de lectura
Los oímos, nos reímos, los volvemos a mirar, los vemos moverse, los oímos respirar, los oímos con su fuerte voz gritar, y nos sentimos orgullosos de que existan y brillen en tanta oscuridad.
Algunas veces nos provoca apretarlos de tanto amor que sentimos, otras veces nos cuesta gritarlos por tantos daños hogareños, y algunas veces nos arrepentimos de tanto abandono, no por gusto sino por responsabilidad.
Los vemos a diario, nos dejan sordos constantemente y nos abruman de amor con pálpito, y lealtad directamente a nuestro corazón, nos enseñan lecciones de compañía y decepción en confianza fallida, por quien no se debe fiar y se permite la frialdad.
Los vemos y entendemos su comportamiento, su constante paciencia y su inigualable espera intensa, nos damos cuenta, que son sólo una parte de la esencia de la vida, cariño y amor puro, limpio y bonito.
Porque sus pelitos de diferentes colores reflejan, luz, reflejan alergias, reflejan picazones, reflejan la naturaleza y amistad más linda con el ser humano.
No hay mayor fidelidad y respeto que la de un peludo, a diferencia de la de un ser humano identificado de pleitesía e hipocresía.

Estefanía Castañeda Ruíz
Comunicadora Social y Periodista
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