LA ESENCIA NO SE LANZA AL PAREDÓN

La esencia no se crea, se nace con ello, se basta con mirar, con hablar, con persuadir, con analizar, con conversar,  y a partir de allí concluir, es una cuestión de base, que no se genera con la construcción, sino de nacimiento.

La esencia es el reflejo del alma, de lo que se es y hacia donde se piensa ir, de la personalidad, de la sencillez, en no concluir, en enseñar, en ser atento y hábil, en ser capaz de construir y no destruir, en no dejar que la soberbia tome otro lugar, o tienda a tomar más fuerza, se trata de mantener la esencia, y no dejar que la misma se ensucie, se denigre y se pierda.

Lamentablemente las acciones intentan dominar las personalidades y aprendizajes de base, intentan cambiar el panorama y tratar de inventar una historia poco deseada, nunca imaginable y posterior a ello inolvidable.

Hay muchas cosas con las que no se compite, cosas que no son discutibles, ni muchísimo menos recíprocas, hay bases que no se tocan, la esencia y la personalidad van de la mano, como la ética y la moral, como la alegría y tristeza, como la verdad y la mentira, a la final todo tiene un peso y una contrariedad, hay cosas que no se pueden tocar, y devolver.

La esencia es el alma, y el alma hace parte de quien se es y hacia donde se quiere llegar.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional 

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional