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LA CAPACIDAD DE CONSTRUIR REALIDADES A TRAVÉS DE LOS SUEÑOS

  • Foto del escritor: Estefanía Castañeda Ruíz
    Estefanía Castañeda Ruíz
  • 20 ago 2024
  • 3 Min. de lectura

Cuánto poder puede llegar a tener el subconsciente cuando el mismo se alinea con los sufrimientos del ser, los constantes pensamientos, los reiterados y más precisos anhelos, esos anhelos que la mente va trabajando y van alineados a las emociones que abordan a diario en el ser humano.


Esos anhelos que van creando vínculos y vínculos más fuertes, al punto que requieren ser transformados a través de la imaginación o a través de los sueños, esos sueños que se clasifican en pesadillas, en sueños que no se recuerdan o sencillamente sueños que quedan en el olvido, o sueños que son tan intensos que se desea una y otra vez que se hicieran realidad.


El poder del deseo es tan fuerte e influyente, más que todo con las emociones, con el sentir que ese sueño puede causar, traer recuerdos y graficarlos presencialmente a través del sueño más profundo, poder ver a través de lo que se muestra en el sueño la claridad más posible, disfrutar cada instante que pase, disfrutar cada segundo aunque se sepa que no es real, y que solo es la representación del subconsciente, pero que a la vez se le agradece por permitir obtener así sea en un sueño profundo los recuerdos más lindos que en algún momento fueron reales.


Es increíble como la construcción que parte y se basa a través de un recuerdo pueden adquirir el peso más hermoso y aquellas lágrimas que valen tanto la pena, esas lágrimas de felicidad, pero también de tristeza al saber que al despertar se está en esa vida real, llena de enfrentamientos, retos, metas y sobrevivir a la tenacidad de convivencia en el día a día.


Es como aquel artículo, donde dormir es la única acción donde el cuerpo queda en un trámite de paz consigo mismo, donde los problemas pasan a un segundo plano, y en donde los sueños se encargan de reinar y de ocupar los vacíos emocionales que quedan de las personas y de los seres vivos que ya no están con nosotros, pero que a donde quiera que vayamos, nos acompañan, a través de los ángeles que protegen  los caminos, a través de las coincidencias por llamarlas así, que protegen de cualquier mal por venir, a través de las señales, de las creencias, a través de los grandes impactos que pueden ocasionar obtener una celeridad de los hechos, a través de las experiencias, a través de aquellas ventanas que son el reflejo del alma, el alma que plasma a través de la mirada y esa mirada que conecta con la mente, con el subconsciente y que refleja lo más añorado por soñar y lo más lejano por expulsar.


La capacidad de construir, es valiosa, así como se construye amor en la vida real, se puede construir una historia a través de un sueño, de una esperanza, de una escapatoria donde los oídos y los ojos hacen caso omiso de las realidades y de los impactos a los que justamente se ven enfrentados, es tanto el traumatismo por el que atraviesa cada ser humano, que la misma mente se encarga de cometer un desahogo neutral, explosivo y relevante, pero es a través de los sueños que algunas emociones se representan, se descargan y nuevamente se permite empezar de 0.


Sí empezar de 0, resetear la memoria, así sea a través de la acción de dormir, pero obtener la tranquilidad por tan solo unas horas y permitir el desarrollo y la gran capacidad para construir esas imágenes llenas de amor, con acciones, momentos, alegrías, mensajes, palabras y sensaciones.


Esas sensaciones de amor, esos recuerdos que se intentan volver reales, pero a la final solo son regalos de la mente, regalos de momentos, regalos transversales y pasajeros.



Soñar, hacer realidad y volver a empezar.


Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional 



Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional 


 
 
 

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