ESCARBAR EN EL PASADO

ESCARBAR lo que no se ha perdido, escarbar a lo nefasto y escondido, escarbar lo que se mató y lo que en algún momento se amó.

Indagar en lo más profundo y no encontrar respuesta y/ razón sin sentido, querer engañar al propio subconsciente mediante sueños represados y anhelos más absurdos, hirientes, y nefastos.

Querer buscar lo que en algún momento fue adictivo, dañino y tentativo no tiene razón ni sentido, no tiene lógica, se llama soledad, se llama enfermedad y se llama ser poco objetivo en el marco emocional.

El autoengaño funciona como sentido fuerte, camino y altavoz, presta una acción de alerta y evita caer al desamor, a la decadencia de dignidad; a la decadencia del arrepentimiento, a hacerle caso a los viejos recuerdos y momentos donde el corazón priorizaba y la mente era ignorada, donde los fracasos se hacían presentes, las lágrimas se volvían constantes y el amor propio volaba y se esparcía como la ceniza en el aire.

Dejar que el autoengaño actúe por sí sólo es permitir el masoquismo tocando con acaricias falsas todo el cuerpo, permitir que la manipulación llegue a la mente, permitir que la soledad haga su papel de búsqueda innecesaria y producir hechos innecesarios, que son hirientes, sin sentido y sin objetivo.

Por eso es preferible la autosuficiencia emocional interna más fuerte que la emocional dependiente del corazón, la fuerza mental debe eliminar el recuerdo que con sevicia y pasión no se ha logrado eliminar, algo que se entregó con tanto amor, con tanta dedicación y al final de nada valió, o sí, ese es el problema de pensar que nada valió, sino hubiera valido, no se hubiera aprendido; sino se hubiera aprendido, no se hubiera adquirido mejor gusto de elección y más amor propio al corazón, a los ojos que irradian el alma y al interior.

Que cada gota de cambio valga la pena, que enfermarse valga más que enamorarse y que las lágrimas que broten sean de risa y no de tanta frialdad, para alguna decisión mal a tomar.

Estefanía Castañeda Ruíz.

Comunicadora Social y Periodista.

Estefanía Castañeda Ruíz.

Comunicadora Social y Periodista.