DORMIR PARA NO PENSAR

La acción más amigable ante el desespero de no saber qué hacer cuando la angustia es más obvia que todas las cosas, dormir solo eso, inclusive hay un artículo similar qué habla efectivamente de ello, y de cómo se genera esa tranquilidad cuando se logra cerrar los ojos.

Pero, no todos los seres humanos tienden a tener la efectividad de esta actividad, ya qué para algunos esto si bien es un descanso a la vez es un martirio, porque es el silencio y la no distracción a todos los pensamientos qué vienen, a todas las culpas que aparecen, a todo el malestar que se siente, a todo el dolor qué calcuma el alma, a todo el entorno qué se siente cuando se tenía todo y hoy no se sabe si se volverá a recuperar.

Pero de algo si se tiene seguridad es que en esos sueños, se refleja el amor que se tuvo y el amor que se siente cuando de este está presente y se puede aún luchar, para que esos sueños no sean un martirio sino una sensación de aceptar, aplicar la transformación y volver a empezar.

Eliminar la culpa sí, centrarse en la transformación sí, y recuperar lo que aún se siente en el alma, sí tan sólo sí.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional