DESPRENDERSE
- Estefanía Castañeda Ruíz
- 19 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Desprender y no sentir, desprender y no esperar, no callar, no sentir arrepentimiento, decepción, ni dolor.
Desprender lo que se considera intocable, desprenderse de lo que quema, lástima, y demacra, desprenderse es la solución a caer en la rutina, a caer en la dependencia y a caer en celos absurdos y shows estúpidos que no valen ni la pena hacer ni demostrar.
Lo que no nace, nunca nacerá, lo que recae y se reclama una vez, se recaerá mil veces, tratar de cambiar la monotonía en la compañía de alguien no tiene más sentido, debe pesar más saber quién se es, se debe valorar lo que se brinda y hacía quien se brinda.
Se debe entender que cuando el tiempo de tristeza se invierte tanto en una amistad, una relación, un vínculo laboral, un viaje y demás, se debe comprender que cuando llega el sentimiento de la soledad, cuando llega el sentimiento de tanto abandono junto y de tanta decepción repleta, las palabras se las lleva el tiempo, sí, el tiempo, porque entre más tiempo pase, más se entiende la precisión de lo que se invierte, en quien se invierte y qué se recibe.
Pero, desprenderse no significa odiar o dejar de sentir el bien ajeno, solo significa continuar de cero sin tener la necesidad de esperar lo que no va a llegar y sí ver lo que con tanto temor se esperaba, se imaginaba y se cumplía.
Desear lo mejor, que el bien siempre esté presente y sea multiplicado por tanto cariño y amor que siempre surgió en el ser y corazón de cada persona desde su interior.
Dignidad y amor propio por siempre y para siempre.
Estefanía Castañeda Ruíz.
Comunicadora Social y Periodista.

Estefanía Castañeda Ruíz.
Comunicadora Social y Periodista.
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