ABRAZAR NUESTROS PROPIOS ERRORES

Abrazar no significa una excusa, para aceptar un error que lastimó y que dejó una gran enseñanza, esto va más allá de un constante juego de pensamientos donde la razón toma fuerza, donde las respuestas desean ser encontradas y donde la mente deja de ser la enemiga para ser el camino a la nueva construcción de ese ser interior.

Partiendo de allí, y desde el punto neutral del ser humano, hay que abrazar nuestros errores, hay que abrazar y comprender el verdadero impacto de la vida, comprender todos los mensajes que llegan a través de lecciones, acciones, espejos, pero sobre todo enseñanzas, esas enseñanzas que valen más que cualquier cosa.

Abrazarnos, es aceptar que no somos perfectos, que somos capaces de solventar los procesos más lindos de la vida, de los constantes retos que se interponen en el camino, de las personas tan maravillosas que aparecen en nuestra vida, como también las personas que aunque no nos dejan buenos recuerdos, y no son tan agradables para nosotros, nos dejaron grandes enseñanzas para aprender una vez y obtener una buena prevención, frente a un segundo momento, donde pensemos que el mundo solo gira alrededor de una especialidad, cuando en realidad siempre gira en el entorno de las acciones más lindas y más oscuras de nuestras vidas.

Abrazar, es volver a comenzar, abrazar los pensamientos, los errores, las diferencias frente las opiniones de los demás, abrazar y bajar el orgullo, abrazar el respeto, abrazar los momentos, pero sobre todo abrazarnos a nosotros mismos sobre todas las cosas.

Abrazar no es rendirse, abrazar es auto quererse, comprenderse y continuar.

La esencia es el alma, y el alma hace parte de quien se es y hacia dónde se quiere llegar.

Estefanía Castañeda Ruíz

Comunicadora Social y Periodista

Especialista en Comunicación Organizacional