Sentirse menos que los demás y tenerse lástima asimismo.

En el momento en que nos enfrentamos a diferentes pruebas de la vida, no damos cuenta que nuestra autoestima y estado de ánimo empiezan a decaer, no logramos identificar las soluciones inmediatas, creemos que nada está de nuestro lado y que sencillamente somos un fracaso.

Lo que más resalta en estos procesos, es poder identificar quién está con nosotros y quién sencillamente está de paso, quién cree en ti, quién tiene fe desde el momento en que caes y te vuelves a levantar, el que no te abandona, el que está presente y el que te sigue amando pese a las más difíciles circunstancias.

Los seres humanos somos seres muy sensibles, pero inteligentes algunas veces para identificar cuando no nos conviene algo, para percibir si nuestras familias realmente nos apoyan, para valorar el esfuerzo de las personas que quieren lo mejor para nosotros,pero en especial, para darnos cuenta lo importante que somos para esas personas y lo importante que debemos ser siempre para nosotros mismos.

Una actitud negativa, un desprecio, una mala palabra no definen quién eres en realidad, sólo te ayudan a recordar que eres una persona valerosa que merece seguir de pie y demostrar de que estás hecha, sólo despréndete de lo que te cataloga ser diferente, muéstrate, crece, persevera, alcanza y sé feliz con lo que sabes que puedes lograr.

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